domingo, 22 de marzo de 2009

LA COPA DEL MAÑO



¿Os acordais de las putadas que nos hacíamos? A mí, mientras cagaba, me escondisteis las sábanas y mantas, eso sí, la colcha de cuadros muy bien puesta y estirada. A otros le pusieron el cubo de la basura, que estaba en los lavabos, lleno de agua, apoyado en la puerta, para que se vaciase cuando abriese la puerta. A otros le metieron el colchón en la ducha, y lo mojaron. A otros se les metía un individuo en el armario. A otros se les quemaba el radio-casete y cuando vino el director para ver lo que pasaba le recibía con todo el armamento al descubierto (es que hacía mucha calor). Nuestras partidas de mus y de parchís que por cierto, todavía conservo la copa que gané y de la cual os mando una foto. Y de nuestra juergas, ¿os acordais?, de aquel 8 de diciembre después de salir de un larguísimo examen de instalaciones. Y nuestro regreso a la laboral, teniendo que saltar la valla e insultando al "MARGARITO" y metiéndonos con su peluquín y corriendo por los campos embarrados y poniéndonos de barro hasta los.......

4 comentarios:

  1. Ya lo creo que me acuerdo de las partidas de parchís. En segundo, la cosa fue a más, y también íbamos a jugar al Bosco, contra los de tercero.

    A proposito, Maño: antes he leido un comentario que hiciste sobre las monjitas, y películas de detectives y ladrones, o algo así.
    Yo creo que más bien la película era "Atraco a las tres", porque la cosa terminaba comiendo galletas con mantequilla y leche en la habitación que compartias con Fraile, que era el centro de operaciones.

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  2. Maño yo no entiendo de esto pero ¿el parchis es deporte olimpico? y lo de tirar de la soga ¿es deporte olimpico?... no se pero lo que seguro que es olimpico es el esfuerzo que haces en la foto del suelo de exagonos

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  3. Otra vez hicimos un examen en sábado, y a la salida nos largamos a los Carnavales de Cadiz, me acuerdo de estar durmiendo la mona en el banco de una plaza, mientras esperabamos la salida del tren.

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  4. Carrilo, pues a ti se te pasaría la mona, porque yo recuerdo que estando ya en la laboral, dije que que desperdicio de haber comprado el billete del tren, porque no nos lo habían pedido. Cuando me miro en el bolsillo de la camisa veo que el billete estaba picado. Debió de ser un revisor apiadado que con mucho cuidado, cogió el billete del bolsillo, lo picó y lo volvió a dejar con mucho cuidado para que no me despertase.

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